La imagen de los ojos de Emmanuel
Camila siempre buscaba diferentes espejos en donde reflejarse. En los de las paredes de la casa, en el agua del río, en el espejo del baño… Pero nada. Siempre que se ponía al frente, no veía nada… Super! Me miro en este espejo y no veo nada. Qué será?- Parece que nadie me ve, ni me entiende. Como que entre más me acerco a los otros, menos me comprenden. Es como si hablara en otro idioma todo el tiempo. Andrea: No entiendo, cómo así? Camila: Es simple. No quiero. Andrea: Pero por qué? Camila: No sé. Andrea: No será eso inmadurez? Camila: No creo… Y empeoraba… Alejandro: A, a, a Camila: No te entiendo. Cómo así que no vienes?. Alejandro: Es por tu bien. Camila: Por mi bien? Alejandro: Después lo entenderás… Camila se fue a la casa de su novio. Sin embargo, le hacía falta la certeza de que ese era realmente su lugar, y lo peor, sentía que se le estaba yendo el tiempo sin saber eso. Pero un día aparecieron en su correo tres emails. Eran de un hombre.