Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2015

La suma de las pequeñas cosas

Leo. Pero no para entender algo o a alguien, sino para aprender a interpretar el mundo de otra forma. Y sin darme cuenta; ver a través de ti, fue más allá del ejercicio. Intentar sentir como sientes, pensar como piensas, claramente, me supera. Es difícil se otro. Sin embargo, en momentos sublimes, leer contigo, es leerme a mi misma. Es ver que siempre fui, lo que has sido, sin darme cuenta. Y entonces, sin imaginarlo, todo estaba alineado para este momento. Todas las veces que el azar nos llamó, y todas las otras veces, que nos negamos a atenderlo. Y de pronto, cuando nos encuentra el destino, decimos: siempre lo supe (aunque en verdad, nunca lo hayamos sabido). Y así nos pasa con la vida, parece una suma de eventos, de tiempos, de horas; y sólo el día que encontramos su sentido, comenzamos a vivir y a dejar de morir, diariamente. Trascendemos cada día en una acción, en un pensamiento, en una obra. Quien vive para sí mismo solamente, no vive, muere. Como puede ser viv

Un segundo eterno

Hay vidas que no parecen nuestras, y sueños que debieron serlo. Y como el mar se ve a veces hermoso, y a veces, no tanto; la memoria a veces nos recuerda lo que no queremos y olvida los detalles. Las sensaciones, el sol exacto, el viento preciso, los pierde. Borra casi todo. El recuerdo nos deja los cálculos. Si significaba o no lo que pensábamos, pero sin dejarnos vivir el instante. Lo paradójico es que el presente, tampoco nos deja cuantificarlo todo. El presente nos deja sólo el vivir. Y en él, creemos que ese presente es puro, sin mancha. Pero realmente vivimos conforme a nuestra memoria. No amamos como la primera vez, amamos como un reflejo de lo que nos ha pasado, de lo que entendemos por amor, proyectamos una imagen nuestra. Amamos llenos de recuerdos. Pablo, que no cree casi en nada, que se acuerda de Dios con las matas de la casa, y piensa que tener hijos sería ser irresponsable con la humanidad. Pablo que no ama a todos, y lo reconoce, ama, en una extraña pu