Si pudiera hacerte sonreir
Si pudiera escribir de las cosas que deben ser, de lo que realmente tiene un juego infinito, lo haría. Pero soy sólo un humano y lo limitante del alma es que a veces los pases, solo pueden llegar a ciertos jugadores, no a todos. A ciertos espacios, no a todos. Ojalá a los tuyos. Y si tus jugadas me llegaran, qué dirían? Tal vez tendrían una ingenuidad que yo ya no tengo. A mí el primer tiempo no me sabe a nuevo. Me angustia. Me parece que a veces se queda en una lucha constante por buscar cambiar el resultado, sin arriesgar nada. Hoy sé que es impasible.Un minuto más es un minuto menos. Y si se toma muy rápido, no se vive, se pasa. El problema es que no hay salida. Hay que jugar a a su ritmo. Ni lento, ni rápido. Tu estás esperando que recibas la jugada. O tal vez has vivido un juego diferente; uno que no debería existir, pero existe. Ese en que el sinsabor de no trascender, te supera. Qué hacer para cambiar la historia? Cómo lograr que nuestra jugada pueda quedarse en los ojos del