La gloria


Y cómo dejamos esta casa llena de cajas, de tesoros sin abrir, de noches y días eternos. Esa es la pregunta. Y si te digo que estos sueños están ahí, y la escalera aún se conecta al cielo. Qué me dirías? Yo te diría que esta noche y este día son sin fin. No tienen inicio ni final. Están eternamente abiertos. La puerta siempre esta en la mitad del cielo y el infierno, y en el último suspiro, puedes venir a verme.
Yo siempre estoy listo. Vestido con mi mejor traje, de negro, perfectamente arreglado. Recibiste el vestido rojo? Lo hice yo mismo. Es por si decides verte conmigo. Y el anillo de amatista que te envié hace 6 meses? Es para verte contenta. Con él iba la felicidad, la gracia del tiempo. Porque conmigo, no pasa.
Y el que te envié hace un mes, casi dos? Ese de zafiro, es para que supieras que todos tus actos de amor tienen recompensa, me conmueven hasta las lagrimas. Pero la verdad, en realidad, más que las joyas y el vestido,me encantaría verte. Yo mismo diseñé esta escalera para que lograras llegar hasta donde yo estoy, para que tocaras mi tiempo y mi espacio en un segundo.
La verdad, te estoy esperando desde el inicio del tiempo; en éste, mi espacio. Y es mío, porque sólo quien me ama, puede entrar a él. Nadie que está esperando, nadie que está mirando. Nadie. Por eso, yo te digo, si quieres entrar, olvídate de tu alma. El día que entres, me la entregas. Todo me lo tendrás que preguntar, todo tendrá que ser cuidadosamente dirigido por mí.Pero si entras, ten la certeza, todo lo mío, será tuyo.
Eso sí, te lo advierto, soy celoso. No me gustan los engaños ni las mentiras. No hay salidas sin permiso y no hay entradas sin detalles. Y mira, si me engañas, no te tienes que ir, yo te saco.
Pero así tus sí,  sean de pronto. Los míos, no cambian. Mis palabras son sin límites, no las contiene el espacio, cualquier cosa que se me ocurra hacer, se hace. Ni siquiera el tiempo o el espacio la toca. Así que lo que no logres hacer, lo hago yo. No hay tampoco límite para mis promesas, son eternas. Y cualquier cosa que hagas, estará bien, porque es tuya. Si fuera por el hecho, no tendría sentido. Yo lo puedo hacer todo. 
Tu misma eres mi aliento, creada a mi imagen y semejanza. Por lo tanto, tu, de alguna forma, eres mi reflejo; tu belleza no es otra cosa que mi gloria. En mí, está lo más precioso, lo eterno. Levántate! No sigas durmiendo, resplandece! Entre más brillantes tus reflejos, mejor. La gloria ha venido sobre ti. 
Te estoy esperando.

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