Francia

Ayer estuve en Francia. Al volar de regreso, le insistí a mi papá, ayudarme a volver. Probablemente, él es el único que puede.
También estuve pensando si es demasiado tarde para volver. Tu me dijiste ayer, que nunca lo es. Confío entonces que no. Pero la cuestión es recobrar las ganas de intentarlo. Hay caminos que te agotan, sin haberlos comenzado. Yo tuve hace años el sueño de ser ser música. Se quedó, en eso, en un sueño; tal como mi guitarra, se quedó en su caja. Igual me pasó con el talento de escribir. En ambos casos, me evaluaron, y me dijeron que en 10 años, podría lograrlo, que tenía cómo. Pero yo, me abstuve. Ahora escribo en un blogg, y a veces,.. saco la guitarra.
Esto, con relación a los sueños que no quise esforzarme en alcanzarlos. Pero qué pasa con los talentos que tienes, y no cuidas. Los puedes dejar en un lugar peligroso. Justo en donde no se usan.Yo, normalmente, no quisiera que el celular se me cayera , ni tirarme la tableta. Pero hay algo con mis cosas,..... se ponen justo en el lugar incorrecto. Qué cosita. Y así me puede pasar con mis llamados y talentos. Quisiera creer que están perfectamente ubicados, y que cuando los llame, van a aparecer. Pero aunque es trágico decirlo, si no los uso, no van a estar. Se quedarán en el mismo lugar en que están todos esos sueños que finalmente no hice una realidad. Serán como la bufanda que no acabé, quedarán sin entregar.
Por eso creo que voy a intentar volver a Francia. No te lo niego, se ve difícil. Un poco cuesta arriba. Pero, como dice mi papá, nos toca pararnos en los pedales y concentrarnos.
Y bueno, ahora que estamos hablando de los sueños que sí intentamos, nos faltan, los que nos salen mal. Yo tengo hartos que he intentado, y no me han salido mal, me han salido,... peor. Pero bueno, no nos pongamos dramáticos, hay unas cosas, que mejoraron, en la medida que se ejercitaron. Y bueno, tal como el francés, me tocó comenzar un poco de nuevo. En esos casos, mientras uno se adapta, duda, pero se logra. Se debe aclarar, sin embargo, que existe el peligro de repetir los errores (es absurdo, pero uno termina a veces actuando como un autómata, y cometiendo los mismos errores). Y bueno también existe la posibilidad, de intentarlo mucho, y de tan diferentes maneras, que termina por no saber bien con cuál de todas, fue que lo echó todo a perder.
Para concluir, convengamos en que además de la forma de intentarlo, es relevante reconocer también, el valor del esfuerzo. Hay cosas que he intentado, no digamos mucho. Digamos: Lo he dado todo.Seguramente muy débil o muy torpemente; en los casos que no he logrado nada. Pero hay otros casos, hay que decirlo también, que sí me han funcionado.
De pronto hallo gracia también esta vez. Sería raro: ya sumé, dividí, multipliqué; y no me da. Sin embargo, a veces las cosas dan resultado, sin que se entiendan. Creo que la clave es esa. Creer que de la nada, puede salir todo.  Del mar, definitivamente puede surgir un camino. Algo puede pasar. No sabemos. Puede ser rápidamente, aunque, de alguna forma, lo importante es llegar a Francia, así sea tarde.
En ese caso, cómo decirlo, parece que estoy sintiendo un aroma a cerezo. Me parece que va a llover, y no es de tormenta, parece más una lluvia fresca, de pura primavera.

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