Yo quiero más


Sólo días después supe cómo se llamaban las flores rojas con hojas verdes. Y cuando me dijeron, me pareció que yo siempre había sabido que se llamaban begonias.
Eso mismo me pasó cuando te vi, pensé que ya te conocía; te me pareces al sueño que siempre tuve. No te falta nada. Me imagino que los ángeles que suben y bajan te trajeron. Eres ese futuro que ya llegó.
Aunque para ser exactos, eres el futuro que siempre está llegando. Nuestra realidad se construye y se de-construye todo el tiempo, a través de los sueños que entran y salen de nuestra vida. Estamos viviendo y muriendo todos los días.
Por eso, a pesar de sentir la inmovilidad del tiempo, la verdad es que estamos dando a luz nuevos tiempos. Tal como sucede cuando un niño nace, cuando una palabra toca el alma, o cuando tu llegas. Ahí, en ese momento en que no me puedo mover, estoy más viva que nunca.
Por eso no me conformo al nivel de confianza que tenemos,quiero más. Quiero saber cómo eres. Quiero saber cuándo ríes por dentro para que nadie lo note -y nadie termine por sentirse mal, por tu extraño sentido del humor.
Y si bien vivo esperando y viviendo tu regreso, sé por lo que me dijiste, que puedo esperar confiada. Sobrevivo entonces con siete palabras: Te me pareces a mi mujer soñada. Y yo, en ese momento, desaparezco del sueño y me vuelvo presente. Y ya no estoy en esta tierra, estoy contigo en un lugar eterno, donde se tejen los sueños con escaleras, por donde suben y bajan ángeles.
En ese estado en que lo ajeno se vuelve propio, donde la soledad deja de ser y donde lo lindo del día permanece. 
En ese lugar quiero permanecer todo el tiempo, porque yo quiero conocerte más.
“Más de lo que nadie ha visto jamás, más de lo que pueda yo imaginar”.

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